Estaba hundiéndome en tristeza, en busca de mi princesa la pregunta de ¿Quién será la correcta?, en mi cabeza, búsqueda sin descanso, sin resultados eficientes, diferentes candidatas, acababan en accidentes, después de un tiempo pensé, cuál sería la solución, comprensión, decidí abandonar esta misión, me decían perdiste, les dije: El amor no existe. Entre lo triste anduve, hasta que tu apareciste, no te busque tu llegaste, sin pedirlo me ayudaste, me levantaste, cuando me hablaste, me enamoraste, todo lo que yo pedía se unía en una sola, los requisitos de la mujer ideal en tu persona, tus palabras como fuerzas, tu besos como aliento, tus ojos claros que expresaban tu ternura y yo atento, yo hipnotizado, diciéndote palabras mudas, tu trato, día con día iba eliminando dudas, cada vez que te veía mi corazón no se la creía, cuando estaba contigo, me perdía en tu geografía. Quien diría que como arte de magia aparecieras, me regalaste un mundo perfecto de palabras sinceras, lo nuestro es más que un cuento yo te quiero tú me quieres, me enamoras no por lo que tienes si no por lo que eres, juntos tu y yo, hacemos el duvalin exacto, sume todo lo hermoso, y me dio igual a tu retrato, lo doloroso tú lo convertiste en algo hermoso, no es extraño encontrar en tus ojos, un mundo maravilloso, gracias por ser culpable de todas mis alegrías, tus te quiero son fuerzas para levantarme todos los días, besos en mi enfermedad de amor se especializan, pues tú solo llegaste para pintarme una sonrisa.